Observando la trayectoria de Carlos Neuhaus, es evidente que cualquier estrategia de comunicación política para él gravita inexorablemente en torno a su más notoria credencial: su exitosa gestión al frente de los Juegos Panamericanos Lima 2019. Este evento no solo lo puso en el ojo público, sino que lo consolidó como un símbolo de ejecución eficiente y liderazgo pragmático.
Para capitalizar esta fortaleza, se armó una estrategia comunicacional sobre pilares claros:
- El Arquetipo del «Hacedor»: El objetivo central es cementar la imagen de Neuhaus como el individuo que «hace que las cosas sucedan». En un contexto político peruano frecuentemente percibido como inoperante, esta diferenciación es clave. Los Panamericanos no son solo un logro pasado; son la prueba tangible de su capacidad para gestionar proyectos de gran envergadura y entregar resultados palpables. La comunicación buscaría constantemente vincular esta habilidad probada con los desafíos actuales del país.
- Del Gerente al Solucionador de Problemas: Se transita de la esfera puramente gerencial a la política, presentando sus habilidades de gestión como la respuesta a problemas concretos y urgentes. Hablamos de la reactivación económica, la eficiencia estatal o la seguridad ciudadana, que se enmarcan no como dilemas ideológicos, sino como cuestiones de «mala gestión» que él, por experiencia, sabría resolver.
- La Capacidad de Convocatoria y Unir: En un panorama político polarizado, su experiencia en los Panamericanos también destaca una capacidad vital: la de convocar a diversos actores y generar consensos. Esto lo posicionaría como un constructor de puentes, alguien que puede aglutinar fuerzas más allá de las diferencias, una cualidad altamente valorada en la coyuntura actual.
- Un Mensaje Directo y Orientado a la Acción: La comunicación evitaría la retórica política vacía. Se priorizaría un lenguaje claro, honesto y directo, enfocado en propuestas concretas y en la confianza de que el Perú puede superar sus retos con una dirección eficaz. El optimismo se ligaría a la capacidad de ejecución, no a promesas vagas.
En síntesis, la estrategia para Carlos Neuhaus se ancla en su reputación como un ejecutor probado, buscando trasladar la confianza ganada en un evento deportivo masivo a la esfera de la gobernanza, presentándose como el líder pragmático y eficiente que, según esta narrativa, el Perú requiere.